viernes, junio 06, 2008

séptima cita

Durante hora y media la leona trabaja en mi interior. Mientras, estiro músculos que creía atrofiados e incluso por momentos noto que he dejado de respirar. La sensación de abandono empieza a ser grata, no sé si por la anestesia o por las trazas de perfume anaranjado que la cercanía me ha dejado percibir. Semiinconsciente, y sin dejar de cerrar la boca, tengo un par de sueños. Primero estaba en una habitación en la que no podía ponerme de pie. Después, corría por una calle descalzo. Han durado solo unos segundos porque la encía me ha devuelto sin compasión a la realidad. Estoy en el dentista, un aspirador, dos espejos, un taladro y cuatro manos se mueven sobre mi cara.

Preferiría soñar sus besos pero están lejos, cada vez más.

3 Comments:

At junio 06, 2008 10:23 a. m., Anonymous Anónimo said...

Los sueños siempre tan nebulosos. Algunos pueden hacerse realidad.
Julieta

 
At junio 08, 2008 12:25 a. m., Anonymous Anónimo said...

¿los besos de quien sueñas?
M.

 
At junio 09, 2008 4:10 p. m., Anonymous Anónimo said...

si unos besos están lejos, siempre habrá otros más próximos con los que conformarse.


yo desde aquí te envío los mios a ver si te llegan.

 

Publicar un comentario

<< Home