el caso M

A me dijo que M reaparecía con un sms porque ya no tenia novio. No conteste ese mensaje porque me pillo en un momento de apatía. Ayer reapareció en el correo. Le contesto con el "tono distendido que como te despistes te baja las bragas" que me caracteriza y aprovecho una caminata al fumadero para llamarla. Le miento sobre el sms ( si??? no lo recibí!!) y le digo de cenar esa misma noche.
-qué ya estoy en pijama.
-no me digas esas cosas que soy muy sensible.
-pero si es antisexy.
-calla, calla, que me pongo y luego no doy pie con bola.
Me cuenta que deja a su novio cada dos semanas pero que ahora llevan tres de cierta estabilidad. Eso desmonta la teoría de A que dice que si se dan señales de vida después de un año o dos de desaparición (he de hacer una cronología de mi vida antes de que las neuronas exiliadas se lleven algo realmente rememorable) es que se quiere tema. Le dije a A que el único tema que podía querer conmigo era el tema horizontal, porque del otro temario sigo sin abrir los libros. A dijo ya, ya, encendió un cigarrillo y cambio de tema.
El "caso M" (que dirán ellas si algún día descubren que las clasifico como casos) empezó entablando contacto en un chat. Luego saltamos a largas conversaciones de messenger en la que ejercía de terapeuta jeckylliano. Quedamos un día para cenar, no paso nada, y seguimos con la terapia. La madrugada de un uno de enero contacté con ella y amanecí después del amanecer en su casa. Seguí durmiendo allí con cierta frecuencia pero no frecuentemente. Incluso una vez fuimos al cine (Lost in translation). Y se acabo. Como? No me acuerdo. Supongo que después del clásico "quiero algo mas serio, quiero planes, quiero ir mas al cine, quiero, quiero, quiero y quiero", al que siguio el tambien clásico "pues conmigo no cuentes" Así que M y yo dejamos de frecuentarnos tajantemente y no paso nada. Enseguida encontró con quien discutir por la película del día del espectador. Yo seguí zascandileando. Hasta hoy.