miércoles, julio 23, 2008

octava cita

Con tres horas de sueño encima lo que el Doctor me hacia era irrelevante.
-Mira
Unas pinzas ensangrentadas sostenían un minúsculo trozo de hueso
-eso era lo que te molestaba.
-Ah
y regrese a ese punto entre tus pechos que tanto me gusta.

1 Comments:

At julio 25, 2008 12:50 a. m., Anonymous Anónimo said...

Los pechos de quién, de la enfermera, de tu chica...?
Hay que ver cuánto te gusta ser enigmático.
Julieta

 

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