tres palabras

El día anterior habíamos hablado y yo había desplegado toda mi serie de gracias como correspondía a una noche salvaje en una ciudad desconocida. Todos reíamos, bebíamos y competíamos por el premio al mas ganso de la noche. Me recreé en el momento y deje de preocuparme por un hecho no consumado que me rondaba la cabeza, castigándolo con un "no por pereza y porque no me da la gana" y me dediqué a divertirme sin pensar en nada. Así que me deje llevar por las callejuelas hasta que un taxista me solto en la puerta del hotel para que pudiera morder la almohada durante cuatro horas.
Pero eso fue antes de las tres palabras. Última noche en L, ella me dice: vamos a bailar. Miro y pienso con simpleza, nadie baila, y empiezo a darle vueltas a tres palabras, vamos a bailar. Comenzé a fantasear mientras hablaba con lo que no iba a decir. "Mirame a los ojos mientras te sacas el anillo y di las tres palabras". No quedaba nadie en nuestra mesa y las fantasías me ahogaban. Nos levantamos y fuimos hacia los grupos de gente que deambulaban por ahi. Hablamos con unos y con otros y acabamos separandonos. Fui consciente de eso y no hice nada por evitarlo, la pereza me castigó con crueldad. Ahí acabó todo. De vuelta al hotel E me dijo como se llamaba la mujer del jersey verde e imaginé como habríamos caido en la cama y como se habría sentado sobre mi mientras se sacaba el jersey verde, como la habría cogido de la cintura para besar su pechos mientras su pelo caía en mi cara, como habríamos entrelazado nuestras manos para decirnos: vamos a bailar.

Todo el día escuchando a Ryan Adams, "city rain, city streets"