501

Se excitaba con mis tejanos rotos. Son unos 501 muy desgastados con tres rotos. Uno a la altura del muslo derecho, otro en la rodilla izquierda y un tercero en la entrepierna. Los uso para ir por casa. Ir vestido con ropa vieja y rota se ha convertido en uno de los pequeños placeres cotidianos y solo tengo la sensación "home sweet home" cuando voy vestido así. Un día me dijo "esos pantalones me vuelven loca". Me extraño que no lo hubiera dicho antes por que era lo primero que caía al suelo. Decidí que ese día iba a "quemar " los pantalones (no se quemaba el talismán, tengo dos pares mas de 501 para el arrastre) Me gustaban los juegos que hacíamos. A tenia un don que no todas las mujeres saben desarrollar. Eyaculaba. Era una cosa muy especial, que la primera vez asusta, la segunda sorprende y en la tercera pides mas. Yo siempre pedía mas porque me excitaba sobre manera esa sensación, ese liquido incoloro inodoro e insípido que manaba de sus entrañas. Si, se que se puede pensar.. y si, lo es, es como si se te mearan encima. Y me gustaba, me gustaba excitarla con la mirada, abrir sus piernas, lamer sus labios y ver como se retorcía de placer mientras me empapaba la cara y luego verla derrotada, abatida por sus orgasmos, y acariciar sus piernas empapadas y volver otra vez a la carga, estimularla con la mirada, alentarla con la palabra, perdido entre los labios de su fuente, siempre esperando ese chorro de placer para acabar penetrándola suavemente y llegar juntos a un orgasmo en el que se mezclaban todos nuestros placeres. Un día le pedí que se pusiera mis pantalones. De rodillas ante ella, mis manos acariciaban su entrepierna, mis labios notaban el calor de su cuerpo a través del algodón desgastado y como siempre, al momento, el calor se volvió humedad y el azul se oscureció. Otras veces ella se ponía los pantalones y yo me limitaba a mirar como se acariciaba. No pasaba un minuto antes de que llegara al orgasmo. Ver sus manos tocando su entrepierna y masturbándose con mis pantalones me hacia delirar.
Los sigo guardando por si alguna vez vuelve.