miércoles, mayo 03, 2006

1977

Ella trabajaba durante el verano en la ferretería de su padre. Yo había ido a por unos cosas y mientras me despachaban ella seguía, apoyada en el mostrador verde, el recuento de tornillos y tuercas. Después los envolvía con esmero en un papel marrón que cerraba con dos trozos de celo. Era rubia y tenia unas pecas en las mejillas que le daban ese aspecto salvaje que se tiene cuando se abandona inconscientemente la infancia. Desde ese día no pude dejar de pasar con la bicicleta por delante de la tienda con una frecuencia casi sospechosa. Nunca supe su nombre y nunca me hablo cuando la imaginaba apoyada en el muro de la estación, bañada por el sol y mis labios.

4 Comments:

At mayo 04, 2006 1:31 a. m., Anonymous Anónimo said...

sin palabras..... hay algo extraño en el ambiente.

muakss

 
At mayo 04, 2006 9:00 a. m., Anonymous Anónimo said...

El polen de las flores????....que ya florece.

 
At mayo 04, 2006 8:29 p. m., Anonymous Anónimo said...

Mientra yo nacia...jejeje

 
At mayo 09, 2006 10:04 p. m., Blogger ana aydillo said...

Me ha llevado a la infancia este post...¿nunca la vistes mas? ¿Que interesantes los amores de infancia, y como se recuerdan!

 

Publicar un comentario

<< Home