friego y luego, existo

Ayer me acosté a las 04:00. A las 07.55 me ha despertado el incomodo zumbido del móvil. A las 08:00 me ha llamado uno de mis esclavos que no contento con oír mi profunda y arrebatadora voz matutina una vez, ha estado llamando a intervalos de 30 minutos hasta las 11:00. A esa hora he salido de la cama sobresaltado. En 30 minutos tenia que estar de pie empapándome con el speech del nuevo capo de "el asunto". He llegado 3 minutos tarde escuchando entre sus palabras el ruido que hacían mis pasos sobre la maltrecha tarima. Su ultimo mensaje ha sido un original "a trabajar" (y que se cree que hacemos todos los días?). Y así he estado hasta las 00:30 del día siguiente, con el "a trabajar" retumbando en los recovecos de mi cabeza, con momentos buenos(gracias a ellas y ellos), momentos regulares (gracias a la maquina de chocolate y de café) y momentos malos (gentileza de los habituales del trabajo que sin dar ni chapa tienen que aparentar que sin ellos el mundo se detendría) momentos en que he soltado algún rebuzno y el estrés se ha apoderado de mi dentadura. Menos mal que entre todo el marasmo de mediocridad y brillantez abrumada por la desidia reinante, he tenido tiempo de saborear algunos textos, dejar algún comentario y dedicarme, en breves pildoras de "a minuto" a mis placeres. A las 00:30 me he dado un ultimátum: "sal ya o quédate aquí a vivir". Ya en la calle los 3 grados sobre 0 me han sabido a gloria. El frío me reconforta y hace que inconscientemente me de calor a mi mismo....y a mi cartera, que ha desembolsado alegremente 30 euros en un vips en la compra de un volumen, totalmente prescindible pero que "tenia que tener" sobre los 50 primeros años de Matchbox. (menos mal que se les ha colado en el hilo musical una canción de los Hooverphonic, the world is mine). Pero la noche tenia que tener algún punto oscuro, no todo va a ser maravilloso y predecible. La llave cibernética del parking me la ha vuelto a jugar y la tradicional se me ha resistido hasta que una maldición estilo "mecagoentodaslasputasllavesdeluniverso" ha obrado un pequeño milagro dickensiano. He bajado a la segunda planta, he subido a la primera, he accionado el mando (ahora si que funcionas "malditomandocabronhijodemalamadre") he salido, he entrado en el coche, he entrado en el parking, he maldecido todas las "putasllavesdeluniversoinfinitoasiosdenporelculoatodas" he bajado del coche, me he acordado del vecino de plaza que "porquecoñonopodraaparcarentrelasjodidasrayasblancassuputominirojo" al que lo que he añadido un "seguroqueesun".. mejor no sigo. Mis dedos tienen una marca de la llave pero me he salido con la mía. 01:30 del día después y ya estoy en casa otra vez. No describiré mi cena, ya he hablado en exceso de mis gustos culinarios, pero nombrarla es el nexo con la actividad mas placentera de este día sin horas: fregar los platos. Y cuando digo platos me refiero a vasos, cacharros, cualquier cosa susceptible de ser enjabonada, estropajeada y escurrida con mimo y dedicación. Que no me vengan con el romántico "fregamos a medias" o el sueco "tu friegas y yo arreglo la cocina". No, a mi no me gusta hacer nada a medias ni compartir las tareas domesticas. A mi solo me gusta fregar platos hasta el punto que en pleno delirio jabonoso he barajado seriamente la posibilidad de emplearme a tiempo parcial en algún restaurante, solo por el placer de dejarles reluciente la vajilla, asi al salir podría ir al vips para aplicarle otro adjetivo a mi sueldo: Además de paupérrimo, efímero. Pero el fin de la cacharreria de dos días me ha devuelto a mi mundo. Tendrías que irte a la cama Jordi, abrir por cualquier pagina el libro de Wodehouse y dormirte en la campiña de Blandings. Pero no, uno es cabezota y quiere mas de lo mismo, cada día igual hasta sumar diez y así poder hacer la gran parada y volver a empezar. Ayer me acosté a las 04:00...

De fondo, como no, la deliciosa voz de Geike Arnaert. (Hooverphonic presents Jackie Cane)

(Un retrato casi perfecto: Creo que te gusta que te dejen, prefieres que te dejen a dejar tú. En realidad haces que te dejen porque tienes miedo a que quieran algo de ti, que quieran mas de lo que tu estás dispuesto a dar.)