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Había visto Seda en los estantes de muchas librerías sin que me llamara la atención. Ababol lo extracto a principios de año en un post y me llamo la atención (no abras los ojos y tendrás mi piel, tendrás mis labios, cuando te toque por primera vez será con mis labios, tú no sabrás dónde, en cierto momento sentirás el calor de mis labios, encima, no puedes saber dónde si no abres los ojos, no los abras, sentirás mi boca donde no sabes, de improviso)
Lo comente con una amiga que vivió en Roma durante un tiempo.
-No lo has leído??? Lo leí en italiano y me encanto.
No espere a que me lo regalara y en uno de mis paseos invisibles lo compré. Nada me garantizaba que me fuera a gustar el libro, pero me gustan estas cadenas de acontecimientos que desembocan en una compra. En ese momento no abrí el libro. Solo comprobé que su aspecto externo era bueno y pague en caja. Ayer por la noche lo abrí, lo hojee y me cabreé. La pagina 46 esta doblada y el texto se ha impreso en esa doblez, la 58 y la 63 tienen la letra con reverberación y la 14 y la 18 están arrugadas. Yo que me creía de un cuidadoso que rayaba lo enfermizo para estas cosas, con un ejemplar nuevo y tarado en mis manos por un fallo en el control de calidad de la imprenta de la editorial, del vendedor y del comprador. Ir a la librería a cambiarlo? Me da pereza cruzar la capital para cambiar un libro jurando y perjurando que lo compre ahí una tarde de enero en la que no trabajaba y me volví invisible. Así que lo cogí, me tumbe en la cama y me dormí antes de que partiera hacia Japón.
Al día siguiente le comente a mi especialista la lengua de Moravia mis andanzas con el mundo de la edición.
-Cómo que no te lo leíste de un tirón???
-Valeeee lo intentare esta noche.
Lo intente y lo conseguí. Me deslice sobre la liviana prosa hasta mis sabanas de algodón pero no soñé con ninguna mullida mujer de peluche (guiño tonto para Ababol, por si me lee)
Cuatro días mas tarde, en una noche que empezó de madrugada y después de un duermevela lleno de sensaciones, le regalé el libro a M y me convertí en crisálida.